martes, 27 de noviembre de 2007

- Eliminación de más de cuatro hectáreas de manglar en Parrita

Setena dio luz verde a obra denunciada por el Minae

Proyecto también obtuvo concesión de agua y permiso de construcción
Área de Conservación valora el daño en casi ¢2.000 millones
Hazel Feigenblatt | hfeigenblatt@nacion.com
Los funcionarios del Área de Conservación del Pacífico Central (Acopac) del Minae pensaron que habían detectado a tiempo la posible destrucción de un humedal, pero no se imaginaron que les sería imposible detenerla.
Entre noviembre del 2005 y marzo del 2006, descubrieron la corta y quema de helechos y árboles de mangle, así como huellas de tractor, en la finca Marina Linda, en Parrita, Puntarenas, y denunciaron el caso ante la Fiscalía.
Sin embargo, desconocían que un biólogo de la Secretaría Técnica Ambiental (Setena), Óscar Chaves Badilla, también había inspeccionado el área y la había clasificado como "pastizal".
Su recomendación permitió que la Setena otorgara la viabilidad ambiental que había solicitado en enero del 2005 el dueño de la finca, Alain Lessard, para construir una camaronera.
Sorpresa. Acopac y Setena nunca se comunicaron sobre el caso y, en mayo del 2005, cuando los funcionarios regresaron a inspeccionar el sitio, encontraron maquinaria trabajando, amparada a la viabilidad ambiental de Setena.
Casi de inmediato, el jefe de Acopac en Parrita, Alexis Madrigal, solicitó revocar la viabilidad.
"La cobertura del terreno es vegetación asociada a los bosques de manglar, como negraforra y lirio de manglar, no pastizal, como se hace referencia en la resolución de Setena", dijo Madrigal en el documento.
Nunca recibió respuesta.
La secretaria general de Setena, Tatiana Cruz, confirmó a La Nación que en ese entonces no había departamento de seguimiento y que pronto se hará una inspección de la propiedad.
"Yo no entiendo cómo el biólogo no se dio cuenta (de que el sitio era un humedal). Eso está extrañísimo", comentó.
Aclaró que ella no era secretaria general en ese entonces.
El biólogo Óscar Chaves actualmente reside fuera de Costa Rica y no fue posible localizarlo para esta publicación.
Los abogados del presidente de Marina Linda, Alain Lessard, dijeron que su cliente se ajustó a lo aprobado por la Setena.
"Independientemente de que se haya construido sobre el manglar, y no lo sé porque no conozco la propiedad ni soy biólogo, el hecho es que se construyó exactamente en el terreno que Setena aprobó", dijo el abogado Juan Carlos Jurado.
Más sorpresas. Tras enterarse de la existencia de la viabilidad, los funcionarios de Acopac se dirigieron hacia la Municipalidad de Parrita para saber si el proyecto tenía permiso de construcción.
Según el reporte que dieron a la Fiscalía, el ingeniero municipal Daniel Rojas les dijo que "aún no habían realizado la inspección, por lo cual no había permiso alguno".
Esa conversación ocurrió a las 4:10 p. m. del 18 de mayo del 2006, cuando la Municipalidad ya había cerrado, pero a las 12:55 p. m. del día siguiente recibieron un fax del empresario.
Se trataba de la copia de un permiso de construcción, emitido con fecha del día anterior. Madrigal explicó a La Nación que el permiso se otorgó tras la visita de los funcionarios del Minae, fuera de horas laborales y sin inspección.
El ingeniero Rojas declinó referirse al caso. Alegó que ya no labora en el municipio y que el permiso se dio porque el proyecto tenía la viabilidad ambiental de Setena.
Ya con esas aprobaciones, la construcción de la camaronera siguió a toda marcha durante el resto del 2006. Incluso, en junio, solicitó una concesión de aguas y el Departamento de Aguas del Minae se la otorgó en diciembre.
La resolución de aprobación advierte que su aprovechamiento está condicionado al cumplimiento de las leyes ambientales.
José Miguel Zeledón, director del Departamento de Aguas, expresó que su oficina nunca fue informada de las denuncias y que el proyecto cumplió los requisitos, entre ellos, la viabilidad ambiental.
"Hay un problema de comunicación en el Minae. Eso hasta el Ministro lo sabe", comentó. Hoy la concesión sigue vigente y Zeledón dijo que ordenará una inspección.
La última opción que quedó fue pedir a un tribunal que paralizara las obras y demoliera lo construido, pero el juez Daniel Ruiz lo estimó "impertinente" porque las obras estaban terminadas.
Esa decisión fue anulada, debido a una apelación de la Fiscalía y la Procuraduría, pero en una segunda resolución Ruiz volvió a rechazar la petición de demolición.
"Sin ser el suscrito técnico en materia ambiental (…) la lógica, la razón y la experiencia nos dicen que ordenar dicha destrucción sería más perjudicial para el medio ambiente", explicó el juez en una resolución emitida en marzo.
De no acabar. El procurador penal, Juan Carlos Rojas, dijo que el fiscal y él volvieron a apelar y en mayo, cuando los jueces de apelación se dieron a la tarea de visitar el sitio, finalmente les dieron la razón.
Pero no bastó. La orden no se ejecutó porque la Municipalidad de Parrita, encargada de demoler, dijo no tener recursos. Fue meses después, a mediados de agosto, cuando el tribunal reiteró la orden, que se demolieron las compuertas de las piletas de la camaronera.
El procurador penal explicó que todo este proceso es solo el principio, pues aún falta lo más importante y que tardará años: recuperar el daño causado al humedal.
Un estudio de Acopac determinó que el daño asciende a casi ¢2.000 millones, pero dependerá de un eventual proceso judicial que el Estado reciba esa compensación.
El proyecto
La camaronera se ubica en playa Palma, en Parrita.
Consiste en dos piletas de 2,5 hectáreas cada una.
Es un sistema semiextensivo de cultivo de camarón blanco.
Tiene un dique, un muelle, varios caminos y otras obras.
La construcción requirió mover más de 500 metros cúbicos de tierra.
Bosques diferentes
Humedales y manglares
Un humedal es una zona cubierta de agua de forma permanente o intermitente, donde se desarrollan ecosistemas híbridos (acuáticos y terrestres).
Algunos humedales son además manglares. Un manglar es un tipo de bosque sometido a constantes períodos de inundación, pero que no puede estar permanentemente inundado o seco.
La Ley orgánica del ambiente declara su conservación de interés público.

…enviado por Lorca.

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